sábado, 11 de mayo de 2013

Capítulo 3

-Cuando yo era niño-comenzó a relatar el señor Minester-se oían muchas historias de este país cada una mas interesante que la otra.
<<Los castillos eran relacionados con familias asesinadas o suicidadas.La gente decía que estaban malditos y que los espíritus vagaban tranquilamente por ellos.
Mi padre me contaba muchas historias de ellos y una de ellas hablaba sobre el Castillo de Ross.
La historia contaba que un familiar se había tirado por la ventana del salón y había muerto ahogado en el lago.Se decía que su espíritu vigilaba la casa y que cualquier persona que entrase en el seria asesinada por el mismo.
La historia tenia algo de cierto,las muertes habían llegado a la veintena y todas ellas relacionadas con el castillo.
Había turistas que entraban y que salían en camillas cubiertos por una bolsa negra,otros salían normales y a los pocos días morían o otros que llegaban a la muerte en su locura.
Yo era tan curioso como vosotros y un día quise entrar en aquel castillo con tan mala suerte que me pilló mi padre y estuve castigado durante meses.
Me obligo a prometerle que jamas entraría en ese castillo,pero cuando el murió incumplí su promesa.
Yo tenia diecisiete años por aquel entonces y comenzaba a relacionarme con mujeres,ya sabéis.
Fue entonces cuando conocí a vuestra abuela y para impresionarla le dije que la llevaría a un lugar donde jamas había estado y donde en siglos había entrado nadie.
Ella acepto a venir conmigo,pero antes puso una condición,su amiga y su novio vendrían con nosotros...>>
El ruido del motor del coche hizo que el señor Minester dejara de contar la historia.
Anne entro por la puerta y se les quedo mirando con el ceño fruncido.
-Papa...¿en serio?-pregunto.
-Son muy insistentes-respondió el señor Minester dando un abrazo a los gemelos,mientras estos se despedían hasta el día siguiente.
El señor Minester se levanto de la mecedora y se sentó en el sofá mientras encendía la televisión.
-Ah,Minerva-susurro al cuadro de su izquierda-te echo tanto de menos.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Capítulo 2

El señor Minester se encontraba sentado en su mecedora junto a la enorme ventana que daba a parar justo al jardín.
Vivía solo tras varios años en una casa grande y rustica.Tenía el jardín bien cuidado ya que le gustaba sentirse como cuando su mujer aun vivía.
Estaba fumando un puro mientras miraba por la ventana y se mecía en la mecedora.
Justo enfrente tenia el Castillo de Ross,un castillo algo siniestro por las historias que se contaban de el y puesto a que nadie en años había pisado sus suelos.
El señor Minester tenia dos nietos que le visitaban de vez en cuando,mayormente los fines de semana.
Eran algo traviesos y revoltosos que no paraban quietos hasta que el,los sentaba delante suya y les comenzaba a contar historias de cuando el era joven.
Esa misma mañana estaba esperando que sus dos nietos regresaran de nuevo en su visita cotidiana,deseaba contarles historias y había decidido que era el momento de contarles la verdad del Castillo que tenia enfrente.
-¡Abuelo!-gritaron mientras este los abrazaba.
-Os he echado de menos pequeños-dijo revolviendoles el pelo a los dos.
-Nosotros hemos echado de menos tus historias,abuelo-dijeron.
Los niños aun eran pequeños,unos siete años cada uno ya que eran gemelos.
-Papa,haz el favor de esta vez no contarles las historias esas que te inventas-dijo su hija Anne-despues no quieren dormir y se pasan la noche con las linternas recorriendo la casa.
-No me invento las historias hija-dijo el señor Minester-son reales y las viví yo.
-Si,si,lo que tu digas-dijo con un gesto de la mano-pero no me los asustes.
Anne no creía en las historias que contaba su padre.No creía en fantasmas,ni en batallas,ni en nada de lo que el decía que había estado.
De pequeña le fascinaban esas historias,pero ahora era adulta y había comprendido que todo era mentira,fruto de la imaginación de un padre que no tenía nada que hacer.
Los niños se sentaron alrededor de su abuelo cuando Anne se había marchado a trabajar y con las miradas curiosas preguntaron a su abuelo.
-¿Qué historia nos vas a contar hoy,abuelo?
-Ya habéis oido a vuestra madre-respondió.
-Mamá ya no esta-dijo uno de los niños.
El segundo niño se quedo mirando por la ventana justo al castillo que se alzaba enfrente y después de unos segundos,preguntó.
-Abuelo,¿ese castillo no tiene ninguna historia interesante?
-Claro que la tiene como todos los castillos-respondió este-Ese es el Castillo de Ross y esta construido desde el año 1400.Fue del clan O´donoghue.
-No me refería a eso-dijo el niño-tu siempre nos estas contando historias fantásticas abuelo,no me digas que ese castillo no tiene ninguna.
-¿Como queréis la historia?-sonrió el abuelo.
-Ya sabes-respondió el niño-siempre cuentas de fantasmas,batallas...
-¿Y si os da miedo?-pregunto el señor Minester-mis historias son reales.
-¡Adelante abuelo!-gritaron los dos-¡queremos oírla!



Capítulo 1

La única aldea que habita Irlanda esta justo al lado del castillo mas viejo.Un enorme edificio de pareced marrón tierra,con ventanas oscuras y un aire siniestro.
De el se cuentan infinidades de historias de miedo,pero ¿cual es la cierta?,nadie lo sabe.
Muchas personas han entrado en el y las historias que cuentan tras su salida es inexplicable.
Unos dicen que no hay nada,solo muebles viejos,puertas que chirrían al abrirse y mucho polvo.
Otros que en el castillo se siente la presencia de seres de otro mundo,el aire es frío y corre brisa aunque las ventanas estén cerradas.
Y los otros,los otros salen con los ojos desorbitados,temblando,en estado de ¨shok¨ y diciendo locuras.
Muchos han contado que la presencia de espíritus en el castillo es cierta,que antiguamente una familia murió en el,pero nadie se atreve a investigar si es cierto o no.






Solo una persona,viva aun,puede contar la verdadera historia del Castillo de Ross en la que cuenta como un hombre salto de la ventana del salón y murió en el lago.
Ahora ese hombre vigila cada noche lo que pasa en su castillo.